Profesionales de la sede de Gobierno cambiaron de lugar de residencia. Otros están pensando en hacerlo debido a la sensación de contracción de la economía y por falta de espacio en el aparato público. Lo mismo sucede en otras ciudades capitales
No es que Santa Cruz sea lo mejor en este momento, pero al menos es lo ‘menos peor’ del país”, dice en tono irónico Miguel Ángel Paredes, un paceño que vive en la capital cruceña desde hace varios años, pero que en el último tiempo ve cómo sus amigos y familiares indagan sobre las condiciones laborales, con la intención de cambiar de aire.
Reconoce que en La Paz, al menos sus conocidos, la están pasando muy mal. Para él, la mayor parte de las inversiones, por la pandemia, se han ido a la salud, descuidando otros sectores. “Los que se quedaron sin trabajo en La Paz están de informales o viendo cómo sobrevivir”, comparte.
Del mismo modo, al vivir del aparato estatal una buena parte de la población de la sede de Gobierno cree que los empleados públicos, a veces “se sienten presionados porque no son del partido oficialista y tienen que estar apoyando; se retiran porque ya no aguantan”.
Desde su experiencia como emprendedor en el mundo de las tecnologías, y por referencias de sus contactos, Paredes asegura que antes la torta de ventas del equipamiento tecnológico estaba en 60% en La Paz, y que en 2021 esto se volcó, dando ese 60% a Santa Cruz, 30% a La Paz, y el resto a otros departamentos.
Sus amigos, sus padres y su hermana están con la mirada puesta en Santa Cruz porque en La Paz bajaron sus ingresos y no les alcanza para sobrevivir, aunque Miguel Ángel les dice que “tampoco es color rosa en Santa Cruz”.
Llega a tal punto su incertidumbre, que por un tiempo medirá la situación, para luego evaluar si es mejor salir del país. “Los que ya estamos en Santa Cruz nos damos cuenta de que tampoco está bien el panorama aquí”, reconoce.
Nota mucho desempleo en la capital cruceña, pero cree que, a diferencia de otros puntos del país, “la ventaja es que uno hace mocochinchi o vende comida y eso da para sobrevivir”.
Dice que hace cinco años se notaba la abundancia en el departamento cruceño, pero que ahora con suerte los ingresos y los gastos están en equilibrio. Para él, lo más grave es “no saber lo que sucederá”.
Es tan insostenible la situación en La Paz, explica, que sus primos que se graduaron de la carrera de Auditoría hace cinco años, hasta la fecha no encuentran un trabajo, y cree que similar escenario se vive en Cochabamba, desde donde también recibe pedidos de auxilio.
Mauricio Quiroz es periodista, llegó de La Paz a Santa Cruz hace casi dos meses, decidido a cambiar la montaña por la llanura, tanto por razones personales como laborales.
Ama el calor y disfrutar el baño con agua fría por las noches, pero sobre todo quiere iniciar un nuevo ciclo, con nuevas relaciones y retos.
En cuanto al ámbito laboral, Mauricio encuentra a Santa Cruz como un lugar donde se valora mucho al profesional. “En el poco tiempo que llevo aquí me doy cuenta de que el valor de la experiencia, la formación y la interacción en este ámbito es mucho más provechoso”, dice.
Aunque no le agrada comparar con La Paz, opina que al estar allá la sede de Gobierno, a los profesionales nuevos se les hace más complicado hallar espacio.
“Hay que hacer notar la presencia del Gobierno y la relación que tiene con los movimientos sociales; la forma en que están captando a los profesionales obedece a otra lógica”, argumenta.
En Santa Cruz, Quiroz dice que notó receptividad, empatía y valoración, pero no solo en el ejercicio del periodismo, sino también en el ámbito académico y de la Comunicación Social. “Esta es una tierra fértil en la que hay muchas cosas por hacer. Y lo más lindo es que forma parte de mi país, un país que es bueno y que todo el tiempo se está reconstruyendo”, finaliza.
C.A. llegó a Santa Cruz para trabajar en el aparato público hace pocos días. Quiere aportar a la explicación de por qué emigran de La Paz, pero por la naturaleza de su trabajo prefiere reservar su identidad.
Para él, existe un elemento que incide en la migración temporal y definitiva, tiene que ver con la falta de oportunidades en las ciudades de origen. Sin embargo, también rescata otro elemento, “la ausencia de personal capaz en el lugar al que se llega, y ante esa falencia es que se recurre a gente del interior”, opina.
En su caso particular, dice que su estadía en Santa Cruz es temporal, y no por falta de oportunidades en La Paz, sino por una necesidad de contar con gente capaz, “ya que en el lugar hay poca, o simplemente no hay”.
C.Q. estuvo sin trabajo por un año y dos meses en La Paz, luego de trabajar por 13 años en una red televisiva, donde le adeudaban cinco meses de sueldo.
En la desesperación, hasta se postuló como secretaria, auxiliar de oficina y asistente, aprovechando su título en secretariado bilingüe, pero los salarios eran muy bajos. Incluso en su carrera principal, Comunicación Social, a lo mucho, le ofrecían Bs 2.500.
Fue entonces que se puso a administrar redes sociales y portales web de pequeños negocios, y con eso generó ingresos mínimos.
“En La Paz no hay espacio, fácilmente se presentan cien personas para una convocatoria laboral. Perdí la cuenta de las convocatorias a las que me presenté”, dice, y agrega que también está muy difícil entrar a las instituciones públicas “porque no hay cambio de ministros”.
Finalmente encontró ‘pega’ en Santa Cruz, pero con un salario de Bs 3.800. “No son sueldazos los de Santa Cruz, ni una maravilla, pero al menos tienes chance de encontrar trabajo”, suspira.
Cuestionamientos
El abogado laboralista Sócimo Paniagua cree que hay una discriminación explícita en el hecho de que no se puede ser funcionario público si no se está afiliado al partido del MAS, pero opina que esta no es la razón que explique totalmente la migración hacia Santa Cruz.
“Es que las oportunidades se dan más aquí que en otros departamentos porque Santa Cruz es agroindustrial, por tanto, por su condición, se encuentra lugar donde sea”, opina.
Paniagua criticó que las contrataciones para las oficinas públicas de Santa Cruz estén copadas de personas traídas de la sede de Gobierno, especialmente.
“Basta mirar al jefe departamental del Ministerio del Trabajo en Santa Cruz, a los 16 inspectores; la mayoría son del interior del país, no tenemos gente del lugar, nos imponen. Lo mismo ocurre en Migración y otras entidades”.
Sin embargo, más allá del trabajo técnico y profesional, Paniagua cree que se está dando un fenómeno no menos importante, y es que en esa amplitud cruceña también va creciendo la población gremialista, “que está por los dos millones de personas a escala nacional”, y que de seguir en la dinámica actual, luego será más difícil de controlar.
Otros departamentos
Gabriela Tolay vive en Tarija. Tenía previsto llegar a Santa Cruz en junio, pero por su madre enferma ha pospuesto esa misión hasta septiembre.
En Tarija se dedicaba al comercio de alimentos, pero dice que en el último tiempo no logra vender ni para sobrevivir. Por eso estaba reuniendo dinero, a fin de continuar con ese negocio ya en tierra cruceña.
“Estamos muy mal, la gente está aceptando una realidad muy precaria, no hay muchas expectativas en Tarija. Acá el sector privado es una pena, son pocas las inversiones y a los nuevos emprendedores no les ha ido muy bien”, asevera.
Cuestiona los eslóganes que aseguran que este año es óptimo, a ella más le parece un disfraz. Su parámetro es que muchos tarijeños han optado por emigrar a Santa Cruz, o incluso fuera del país.
Estadísticas
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2021 cuatro departamentos, Pando, Tarija, Santa Cruz y Cochabamba, concentraban la migración interna en Bolivia, eran los destinos de trabajo para el resto de los bolivianos.
El informe mostraba que la población boliviana no elegía para vivir, en esa fecha, a La Paz, Oruro, Beni, Chuquisaca y Potosí, que más bien decrecían.
De acuerdo a esos datos, La Paz era el departamento con la mayor tendencia de crecimiento negativa con respecto al resto.
Ya un informe de 2018 evidenció que Santa Cruz absorbía el 35,2% del incremento total de la población generada en Bolivia entre 2001 y 2012, seguido por La Paz (20,7%) y Cochabamba (17,2%). En resumen, los tres departamentos del eje central concentraron el 73,1% del incremento poblacional del país en el periodo intercensal
Via: El Deber